El Hombre
A poco que pensemos nos podemos dar cuenta que somos cuerpo, mente, corazón, espíritu y Ser.
El cuerpo es nuestro vehículo en este Planeta, perfectamente acondicionado como robot biológico y que necesitamos mantener en buenas condiciones para nuestro camino.
La mente, un brillante ordenador con programas de origen incorporados y con facilidad para instalarle nuevos conceptos (programas) adquiridos en el camino. También tiene una gran libertad aparente para modificar todo lo recibido y aprendido, creando su propio y adecuado programa para su camino.
El corazón, centro del amor y los sentimientos. A veces escondido, a veces mostrado, sensible al camino.
Gran parte funcionamos (hacemos nuestro camino) solo con estos tres cuerpos (físico, mental, emocional). Tardamos un cierto tiempo en darnos cuenta que los tres se pelean por mantener el liderazgo, por querer determinar la dirección del camino. Como en todas las peleas alguno sale herido, a veces las heridas se curan a veces no.
Suele vencer la mente y es ella la que orgullosa marca el camino hasta el momento que, a su pesar, se da cuenta que se ha quedado limitada (esto le pasaría también a los otros dos caso de ser los vencedores). Limitada y con la conciencia de estarlo.
Como líder busca la solución y se da cuenta de la existencia del espíritu (alma), eso que había dejado de lado por no entrar en sus conceptos (programas). Como el que busca encuentra, el también se da cuenta de lo que les rodea y es ese algo imperceptible que les comunica con alguien que parece más libre, el Ser.
Una vez en nuestro Ser nos damos perfecta cuenta que algo ha cambiado, que ya no hay limitación, que entramos en lo que verdaderamente somos, que ahora nuestra vida toma un nuevo sentido.
El cuerpo es nuestro vehículo en este Planeta, perfectamente acondicionado como robot biológico y que necesitamos mantener en buenas condiciones para nuestro camino.
La mente, un brillante ordenador con programas de origen incorporados y con facilidad para instalarle nuevos conceptos (programas) adquiridos en el camino. También tiene una gran libertad aparente para modificar todo lo recibido y aprendido, creando su propio y adecuado programa para su camino.
El corazón, centro del amor y los sentimientos. A veces escondido, a veces mostrado, sensible al camino.
Gran parte funcionamos (hacemos nuestro camino) solo con estos tres cuerpos (físico, mental, emocional). Tardamos un cierto tiempo en darnos cuenta que los tres se pelean por mantener el liderazgo, por querer determinar la dirección del camino. Como en todas las peleas alguno sale herido, a veces las heridas se curan a veces no.
Suele vencer la mente y es ella la que orgullosa marca el camino hasta el momento que, a su pesar, se da cuenta que se ha quedado limitada (esto le pasaría también a los otros dos caso de ser los vencedores). Limitada y con la conciencia de estarlo.
Como líder busca la solución y se da cuenta de la existencia del espíritu (alma), eso que había dejado de lado por no entrar en sus conceptos (programas). Como el que busca encuentra, el también se da cuenta de lo que les rodea y es ese algo imperceptible que les comunica con alguien que parece más libre, el Ser.
Una vez en nuestro Ser nos damos perfecta cuenta que algo ha cambiado, que ya no hay limitación, que entramos en lo que verdaderamente somos, que ahora nuestra vida toma un nuevo sentido.
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